Estructura del Momento I del Proyecto de Investigacion de la UNEM

La investigación acción participativa y transformadora (IAPT) es un enfoque que busca transformar realidades sociales a través de la colaboración activa de los miembros de una comunidad. Este modelo no solo se enfoca en la recolección de datos, sino también en la implementación de soluciones prácticas que promuevan un cambio positivo. El primer momento de un proyecto de IAPT se centra en la reflexión inicial sobre el contexto, un proceso fundamental que establece las bases para un trabajo significativo y transformador. En este artículo, desglosaremos cada uno de los componentes de este primer momento, proporcionando una guía paso a paso que puede ser utilizada por educadores, investigadores y miembros de la comunidad interesados en llevar a cabo una investigación participativa efectiva.

Este será el titulo del Momento I, debe ir centrado y en mayuscula.

Para comenzar nuestro primer párrafo, es crucial comprender la historia de la institución o comunidad en la que se llevará a cabo el proyecto. Este análisis proporciona un marco de referencia que ayudará a los investigadores a entender las dinámicas sociales y culturales que influencian la problemática a investigar.

La localización geográfica es un aspecto esencial. Se debe analizar no solo la ubicación física de la institución, sino también las características del entorno que pueden afectar la situación social, económica y política. Preguntas clave incluyen:

• ¿Dónde se encuentra la institución?
• ¿Cuáles son las características demográficas de la población?
• ¿Qué recursos naturales o infraestructura están disponibles?

Este análisis permitirá contextualizar adecuadamente la problemática observada y comprender la diversidad de factores que pueden influir en el proceso investigativo. Esta puede ser descrita o narrada con ayuda de la cartografia de la ubicación de la institucion.

El diagnóstico situacional es un paso crítico que implica una evaluación exhaustiva de la realidad que enfrenta la comunidad o institución. Se pueden utilizar diversas técnicas e instrumentos para recopilar información relevante. Algunas de las herramientas más comunes incluyen:

• Entrevistas: Conversaciones con miembros de la comunidad para obtener perspectivas sobre la situación actual.
• Encuestas: Recolección de datos cuantitativos que permiten medir diferentes aspectos de la realidad social.
• Grupos focales: Discusiones en grupo que fomentan la interacción y el intercambio de ideas.

Este diagnóstico debe abordar tres áreas clave:

1. Social: Factores culturales, relaciones sociales y dinámicas comunitarias.
2. Político: Estructuras de poder, políticas públicas y la influencia de actores locales.
3. Económico: Condiciones económicas, recursos disponibles y oportunidades de desarrollo.

Una vez completado el diagnóstico situacional, el siguiente paso es identificar la problemática observada. Aquí es donde se puede aplicar el análisis DOFA (Debilidades, Oportunidades, Fortalezas y Amenazas) para comprender mejor el contexto. Este análisis ayuda a identificar:

• Debilidades: Aspectos internos que limitan el desarrollo de la comunidad.
• Oportunidades: Factores externos que pueden ser aprovechados para el beneficio de la comunidad.
• Fortalezas: Recursos y capacidades que la comunidad posee y que pueden ser utilizados.
• Amenazas: Factores externos que pueden representar un riesgo para la comunidad.

La selección del problema es un paso crítico que debe basarse en los resultados del diagnóstico. Aquí se deben considerar las causas y efectos del problema identificado. Preguntas que guiarán este proceso incluyen:

• ¿Cuál es el problema específico que se desea abordar?
• ¿Cuáles son las causas subyacentes de este problema?
• ¿Qué efectos tiene este problema en la comunidad?

La elección de un problema debe ser justificada con base en los datos recolectados y en la relevancia del mismo para la comunidad. Además, es fundamental alinear la línea de investigación con el centro de investigación, asegurando que el proyecto no solo sea pertinente, sino también viable.

Finalmente, es esencial plantear alternativas de solución a la problemática identificada. Para ello, se deben formular de tres a cuatro interrogantes que guíen la búsqueda de respuestas. Estas preguntas deben ser específicas y enfocadas en el contexto de la comunidad. Algunos ejemplos de interrogantes pueden incluir:

1. ¿Qué estrategias pueden implementarse para mejorar la participación comunitaria en la toma de decisiones?
2. ¿Cómo se pueden fortalecer las capacidades locales para enfrentar la problemática seleccionada?
3. ¿Qué recursos externos pueden ser movilizados para apoyar la solución del problema?
4. ¿Qué alianzas estratégicas pueden formarse con otras instituciones o grupos para abordar la problemática?

El primer momento del Proyecto de Investigacion para un PNF no debe sobrepasar las 12 páginas.

El primer momento de un proyecto de investigación acción participativa es fundamental para establecer un marco sólido que guíe el proceso de investigación y transformación social. A través de la reflexión inicial sobre el contexto, los investigadores pueden comprender mejor la realidad de la comunidad y seleccionar un problema relevante que merezca atención. La identificación de alternativas de solución es crucial para fomentar un enfoque proactivo y colaborativo, asegurando que las acciones resultantes sean efectivas y sostenibles.

Invitamos a educadores, investigadores y miembros de la comunidad a involucrarse en la investigación acción participativa y transformadora. Este enfoque no solo enriquece el conocimiento, sino que también promueve un cambio significativo en las realidades sociales. Comencemos juntos a construir un futuro más justo y equitativo.

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